Provocación
Querida C.: No es la primera vez que leo esta poesía, de Gonzalo Sánchez-Terán. No es la primera vez que se me pone la carne de gallina al acabar. Me atrae y me repele a partes iguales. Me provoca. ¿Qué opinas, amiga? LA ÚNICA SOLUCIÓN Yangon, Myanmar Odiad a quienes odian poco a quienes aman poco a quienes sienten poco. Odiad a los que insultan a la muerte temiéndola y odiad a los que imploran clemencia arrodillados como bichos: si Dios es justo tiene que ser malo, odiad a los que no hacen daño a nadie los que no arrojan piedras contra nada porque también protegen al verdugo. A esos no les contéis entre los hombres, no merecen tener alma: cortádsela. Ajusticiad a quienes no despierten barritando de júbilo o de ira, matad a quien no quiera suicidarse o no sea el Mesías prometido, no perdonéis a aquellos que perdonan porque también perdonan al tirano. Sea el mundo la cáscara de un fruto que un soldado patea calle abajo, sea este tiempo el benjamín del Tiempo si no guarda fe para ser su